El sector de energía solar fotovoltaica brasileño ha logrado algunos avances importantes, pero aún espera condiciones más favorables para su pleno desarrollo.
Recientemente, Brasil alcanzó la nueva marca de 350 megavatios (MW) de potencia instalada en sistemas de microgeneración y minigeneración solar distribuida.
A pesar de considerarlo un logro importante, el director general de la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (Absolar), Rodrigo Sauaia, ve potencial para un crecimiento aún mayor.
“Nuestro país tiene poco menos de 40.000 pequeños sistemas. Mientras tanto, hay países que ya pasaron la barrera del millón y otros se acercan a los 2 millones”, dijo. También menciona que Brasil está comenzando a fabricar equipos fotovoltaicos, pero que las empresas necesitan mayores incentivos.
“Todavía hay una carga fiscal alta e injusta sobre los insumos productivos”, revela. Sauaia también se refirió a cómo el sector abordará el tema ambiental y el sostenibilidad. “El sector cuenta con un programa de reciclaje internacional, que demuestra que es posible reciclar el 96% de los componentes de un equipo fotovoltaico”, respondió cuando se le preguntó sobre el destino de los módulos una vez finalizada su vida útil.
¿Qué ha ayudado en el crecimiento de la energía solar en Brasil?
Hay algunos de los principales factores que permitieron a Brasil alcanzar esta marca de 350 MW. El primero está relacionado con el precio de la energía solar fotovoltaica. Durante la última década, la tecnología 80% se ha abaratado. Esta es una gran ganancia de competitividad, que hizo más accesible la fuente a la población, empresas y gobiernos.
El segundo factor importante fue el aumento de la tarifa eléctrica, que ha aumentado significativamente y ha pesado mucho sobre la población, a tasas muy por encima de la inflación. Para que te hagas una idea, el año pasado la inflación promedio fue de 2.95% por año, mientras que la electricidad aumentó 10% en el año. En 2018, los expertos proyectan que el reajuste de la electricidad estará entre 10% y 15%, en promedio. En algunos estados, este reajuste es aún mayor. Minas Gerais tuvo un aumento de 25% de reajuste este año. Todo esto presiona a los consumidores para que busquen alternativas y formas de ahorrar dinero.
¿Cuál es el papel de los consumidores domésticos en la expansión solar? ¿Han estado liderando este crecimiento?
Si en número de unidades consumidoras ha liderado el segmento que llamamos residencial, en cambio, cuando miramos el volumen de inversión y potencia instalada, el primer lugar lo ocupa el comercio y los prestadores de servicios, que representan casi 44%. de todas las inversiones y capacidad instalada. Estos dos segmentos [comercial y residencial] juntos, así como las micro y pequeñas industrias, son los que pagan la electricidad más cara en Brasil. Y, por tanto, deben seguir liderando el uso de la energía solar fotovoltaica.
El pequeño productor rural también aparece en esta lista, pero tiene algunas características ligeramente diferentes. Normalmente, la energía en las zonas rurales tiene un valor más bajo. Otros factores, además del económico, llevan al productor a preocuparse mucho por generar su propia energía. A menudo, para llevar energía a una región donde no hay acceso a la electricidad, pueden usar energía solar fotovoltaica para una mayor estabilidad en el suministro de energía.
